
Durante más de dos minutos aterradores y apariencia interminables, ayer viernes sacudió Japón el terremoto más fuerte en su historia agitando casas y edificios, agrietando carreteras e inquietando incluso a quienes han aprendido a vivir con rascacielos bamboleantes, entonces vino un tsunami devastador que golpeó el noreste del país y mató a cientos de personas.El violento muro de agua barrió casas, automóviles y barcos. Se registraron incendios que estuvieron fuera de control.Los sistemas de enfriamiento de dos plantas eléctricas nucleares fallaron, forzando el desalojo de miles de residentes cercanos. Una embarcación fue atrapada en el vórtice de un remolino en el mar.
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